“los recuerdos se hacinaban atascando la respiración, por dentro un ente se había desprendido de mi carne… amorosamente parasitaba mi interior, sobrevivía amamantado por el melancólico recuerdo…”
Ese mi nuevo ayer que fuera un sello marcado por su aventura sumisa y empalagosa sonrisa, había creado más que simples horas a su lado… creo haberle hecho el amor al tiempo.
Lo que alguna vez con orgullo correspondía a un amor, inevitablemente le pertenecía al pasado, el tan solo hecho de un tímido amanecer refundía al hoy en una pieza más del ayer.
En alguna escamosa célula que agoniza en mi cuerpo, se guarda la memoria de su superficial inocencia, desde la voz hasta el más pulido gesto que hinchara las pupilas atónitas del aquel entonces, expectantes…
Vaga de aquí para allá con el cabello entre los dedos, alzando la mirada sin dolor ni llanto, riéndose del pasar de los segundos, excitando al febril público masturbado por su pegajosa actitud abriendose paso a un borroso paraíso…
…vaga de aquí para allá en mi cabeza…despierta y duerme en mi cabeza… más ahora solo prefiero recordarla tan dulce, tan frágil, tan inocente, tan disimulada y corrosiva que agradezco que no pueda salir de mi cabeza…
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