Deben ser aproximadamente la 1:00 de la madrugada o será que la diversión ya me hizo efecto y no me permite distinguir las manecillas del reloj.
Luzco cómodamente sentado en la sala de mi casa, la fiesta está en su punto, frente a mí danzan 9 o 11 hermosas mujeres, y con ellas unos 14 “machos” que con cada movimiento no pierden tiempo en demostrarlo.
Donde me encuentro se puede ver todo el evento, como aquel tipo que vomita al lado del refrigerador o aquella chica que está plantándose un “buen rato” con el de la barra, en fin… la dosis que Brandy y Mierda- cola ha sido la excusa para ver el contoneo de esas lindas chicas y a ella… la que hace una media hora tocara a la puerta.
Desde que llegó no ha parado de reír y gritar histéricamente emocionada, solo creo que es por llamar la atención de los demás chicos y vaya que ha cargado con la mía, sus risas son tan falsas como sus uñas acrílicas que me han hecho pensar que son meros gritos de subasta para encontrar la mejor oferta; Ya han pasado unas cuantas canciones y ha logrado opacar a unas cuantas chicas, méndiga logró lo que quería y ahora con la atención de los disponibles y bien difíciles hombres puede jactarse de tener un catálogo bajo el brazo, las piernas o donde quiera…
Sus gestos acertados y seductoramente osados, hacen que pueda mantenerse muy ocupada, a ratos se sienta con alguno, otras se aparta a hacer una conversación o seguir bebiendo; luego de un rato de dosis de alcohol comienza a caer en el ridículo, el circo se le viene encima, la veo tan opacada por el brillo de su falsedad, sobreactuando movimientos e interese, no niego que me haya sacado unos gestos de risa, otras veces sus ganas de seguir le traicionan en tambaleantes pasos y todo por una noche que se quiso hacer la reina de los miserables.
Su condición permite que a ratos bajo su provocador escote deje ver su atrevida perforación, muy atinada para mi gusto, más mi gusto de la noche ha hecho que mi vaso haya ido y regresado a la barra no sé cuántas veces… y es obvio que ya no me siento bien, pronto al levantarme he descubierto que he perdido el equilibrio y la vista me pesa… cuando hecho el primer paso, mi colega del piercing llega hasta mi lugar pidiéndome un cigarrillo, amablemente se lo prendo y como si ya hubiera visto todo me percato que la tipa ni siquiera ha tragado el humo, otras veces ha estornudado disimuladamente como tan disimuladas son sus mañas.
Ahora sí, ya he visto todo y en un frío adiós intento dejar mi encuentro, más osa detenerme compartiéndome de su trago de vodka, le digo que es todo por hoy y debo descansar…y como tal ebria obstinada decide servirme uno nuevo y me reta en una cruzada….deseo solo dormir, creo que el decirle que me lo tomaré en el cuarto le han tranquilizado.
Subo hasta el segundo nivel, abro la puerta, me quito la camisa, aviento el pantalón y pongo el vaso al lado de la cama…boca abajo es como he quedado y como me gusta dormir…no han pasado ni 3 minutos para descubrir que la chica toca a mi puerta, como pudo ha subido con la excusa de vigilar que no le haya mentido, le digo que ya es tarde y deje de molestar, ofendida solo me pide que le de unos minutos para poder platicar conmigo y que después de eso se irá...
Acepto a que entre, por lo visto no le incomodó encontrarme en ropa interior y el desorden en la habitación, se sienta en el borde de la individual y de repente comienza a llorar, no sé qué hacer y consolarla con un abrazo podría no ser lo mejor…de pronto comienza a hablar y me platica que ha terminado con su novio, que han pasado días y que se ha propuesto a olvidarlo y es por eso que ha quedado ebria, sin las ganas por decir algo, no hago más que escucharla, me pide que le abrase fuertemente mientras que sugiere que le platique algo de mí, no tenía nada que compartirle y así fue como comencé a platicarle una historia como esta…
No me preocupé lo más mínimo en decírsela, estaba tan ebria que al día siguiente lo olvidaría; aquella noche pudimos haber logrado cualquier cosa sin necesidad de cruzar palabras, sin embargo a ya más de 2 meses de conocerle semana tras semana luego de salir y regresar dosificadamente ebrios , ahora es como sabe un poco más de mí y yo sé más de su falsa apariencia, entre grietas y horas ha dejado verse, sentirse diferente, no ha sido mi amante de una noche, ni de 2 meses, creo que esto va para más…